La Luna

La Luna se ha considerado desde hace miles de años como la gobernante absoluta de los sentimientos. La luna influye mucho más en nuestro espíritu de lo que nosotros mismos somos capaces de admitir.

Desde el punto de vista fisiológico, la luna influye en el tramo digestivo, en las secreciones glandulares y en el sistema linfático. Tiene efectos sobre el estómago, los pechos y ovarios de una mujer, y sobre la parte del sistema nervioso que rige los sentimientos y estados emocionales, los deseos, los instintos y las pasiones.

Las fases lunares son importantes en lo que se refiere a nuestra salud y bienestar, y a los procesos de curación, así como en lo relacionado a empresas que se van a abordar y la toma de decisiones importantes. Las diferentes fases lunares influyen en los estados de ánimo y en la tendencia al conocimiento intuitivo.
Un aprovechamiento correcto de las fases lunares puede, por tanto, mejorar sustancialmente nuestra vida.

Cuarto Creciente

La luna tiene en esta fase la forma de una hoz delgada o una forma como una D. Las decisiones que se tomaron durante la fase de luna nueva, ahora se podrán traducir en actos. El cuarto creciente nos dará la fuerza necesaria para superar cualquier dificultad. También afianza la seguridad personal y activa la capacidad de regeneración y autocuración del cuerpo.
En esta fase conviene ser cauto con la ingestión de medicamentos, sobretodo procurando evitar el exceso. El cuarto creciente es un buen momento para cerrar contratos importantes. Los negocios de dinero, las compras, la adquisición de propiedades se hacen posibles. Es un tiempo para exámenes, estudios y conversaciones que requieran tenacidad y una gran paciencia. Si hay que plantar mejor hacerlo en esta fase.


Luna Llena

La luna llena es la fase lunar más conocida y la más temida. La luna llena hace aflorar en nosotros aspectos de nuestra personalidad que ni siquiera sospechábamos que existieran, y que normalmente no forman parte de nuestras vidas. En esta fase, se pueden imponer una sensualidad muy poderosa, deseos, ideas, fantasías y ensoñaciones de tal intensidad que uno se siente empujado desde fuera. Con la luna llena, muchas personas actúan de un modo explosivo (y es mejor no irritarlos demasiado en estos momentos).
La luna llena es un buen momento para la introspección. Las fiestas en el jardín y los paseos a la luz de la luna adquieren una intensidad romántica. Los trabajos de interpretación de sueños serán particularmente eficaces.


Cuarto Menguante

Una delgada hoz nos señala que la luna y el sol están muy próximos. Veremos la luna como una C. Ésta es la última fase que separa el final del ciclo lunar y el principio del siguiente. La sensibilidad pasiva está ahora muy acentuada, la naturaleza lunar se manifiesta más sutil, más silenciosa y menos perceptible.
La fase lunar de cuarto menguante es el mejor momento para las conversaciones de pareja. Ahora se pueden introducir pequeños cambios. Por desgracia también es tiempo de despedidas y separaciones.


Luna Nueva

Es esta fase, la luna se distingue con mucha dificultad. Esta fase simboliza el crecimiento y la vitalidad. Las fuerzas son todavía frescas y están disponibles para ser utilizadas. Es el tiempo de la inspiración y la actividad. Es un tiempo positivo para celebrar acontecimientos sociales, fiestas e invitaciones. Es el momento para empezar de nuevo, con esperanzas de éxito. Los cambios en los hábitos de alimentación, las curas de ayuno y las dietas se pueden llevar a cabo con muchas menos dificultades si se inician durante la fase de luna nueva. Todos los planes que requieran mucha iniciativa se pueden abordar en este momento.
La mente y el corazón, la vitalidad y los sentimientos se encuentran en un estado de perfecto equilibrio y nos aportan ecuanimidad, armonía, reconocimiento y tranquilidad.